Desde que se aprobó el PNIEC 2030 (Plan Nacional de Energía y Clima), sus objetivos han sido opacados por la guerra en Ucrania y la crisis energética por la dependencia de Europa al gas ruso. Sin embargo, ahora toca acelerar la transición energética a nivel nacional y comunitario.
En la reunión que ha mantenido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, con las patronales y las principales energéticas del sector, se anunció el interés del Gobierno por ser «mucho más ambicioso» en los nuevos objetivos a 2030. Y no solo en renovables, también en hidrógeno verde y biogás.
Alcanzar el 100% renovable
«Se puede ambicionar mucho con el objetivo de renovables, incluso algunos hablan de que se puede llegar al 100% y creo que es posible. Estoy de acuerdo», señala a este diario Luis Villar, Financial and Market Adviser, especializado en M&A en renovables.
Según el experto «eso significaría prescindir totalmente de los ciclos combinados de gas y de las centrales nucleares y para que eso sea posible, con seguridad de suministro, se necesita un desarrollo muy ambicioso de todas las tecnologías de almacenamiento: hidroeléctrica de bombeo, hidrógeno verde y baterías». Además de un «desarrollo mucho más ambicioso de las interconexiones que funcionaría como un sistema de almacenamiento más».
Más hidrógeno y más biogás
En el caso del hidrógeno y el biogás (o biometano), expertos reconocen que «como computa a la demanda final, no afectaría en los objetivos de renovables». Pero reconocen que «ya ha despegado el sector de los biogases y pronto veremos como la aportación al sistema empieza a ser considerable. Para el hidrógeno habrá que esperar algo más».